La Organización Mundial de la Salud define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social. Va más allá de la mera ausencia de enfermedades. El bienestar incorpora actitudes y actividades que previenen enfermedades, mejoran la salud, mejoran la calidad de vida y llevan a una persona a niveles cada vez más óptimos tanto en lo corporal como en lo espiritual. El turismo de bienestar coloca a este en el centro de su experiencia de viaje.

Los viajes organizados en torno a estos principios incluyen alimentos saludables, ejercicio, y oportunidades para experimentar o expandir la espiritualidad y creatividad.